"Seda"
de Alessandro Baricco
Leí este hace unas semanas; dice la contratapa que dice Baricco: "Esta no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Esta es una historia"
Una historia suave como la seda.
Una historia melancólica como la seda (la seda se me hace melancólica, la seda es para los que nos quedamos abismados en algún recuerdo).
Una historia suave como lo japonés que es suave como la seda.
Cualquier cosa que cuente te va a llevar más tiempo entenderlo que leer directamente este libro. Transcribo al azar (¿al azar?) un capítulito que anda por la mitad del libro, tal vez así puedas saber de que suavidad te estoy hablando.
35.
Hervé Joncour no había visto nunca a aquella muchacha ni, en realidad, llegó a verla
durante aquella noche. En la habitación sin luces sintió la belleza de su cuerpo, y conoció sus manos
y su boca. La amó durante varias horas, con gestos que no había hecho nunca, dejándose
enseñar una lentitud que desconocía. En la oscuridad, no importaba amar a aquella joven y no a ella.
Poco antes del alba, la muchacha se levantó, se puso su kimono blanco y se marchó.
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