
Claro, sabrán, esta peli (¿suena un poco "boludito" la palabra "peli" cierto?; igual seguiré, es la mejor opción según mis oídos), decía, el film (¡JA!) estuvo prohibísimo, la debo haber visto por primera vez en algún "Función privada" del año 83; y lo primero de la primera fue la sorpresa de conocer los personajes principales: Martín Santomé y Laura Avellaneda (o "Viceversa", ja, solo para entendidos), esos nombres que aparecían en los poemas que se redescubrían sin censura en aquellos días. Será después saber esas historias de estigma y óscares; luego los actores, muchos recién empezando y llegando a ser grandes en el tiempo, Alterio, Picchio, Brandoni, Oscar Martínez, Marilina (lindísima), aparecen un toque la Aleandro y Cipe, Gasalla, Carella, Vidarte, Arana, la China, ¡Lautaro Murúa! (que comía en la mesa de al lado en "La Cancha" de la Boca), Camero, Barbero (que jugaba al billar en la mesa de al lado nuestro, de mi hermano y mío, en el bar "La Paz" piso alto), el mismísisimo Renán haciéndose el Pollack y apareciendo, y los que me olvidaré en este momento o no. Con esos actores algo se podía hacer. (Suena "El Presagio" por Fander, mientras escribo esto). "La Tregua" según Sergio Renán, FilmAffinity ********** 7,6.
Hay que decir que ese año (1974) el Oscar Foreign Film se lo ganó "Amarcord" de F.F., no había con que darle.
¿Ya escribí mucho? Antes, por supuesto que mi escena favorita es la del oficinista diciéndole al gerente lo que todos los oficinistas queremos decirles y no le decimos porque somos oficinistas (lo que le grita Vidarte y lo que más tranqui le dice Alterio). Después ... todo es muy triste.
Final de honor: Mario Benedetti, un abrazo al polvo enamorado.

Esta fue una de las primeras del ciclo allá hace como 8 años, en ese entonces había que justificar la razón por la que el ciclo había comenzado, que sintéticamente significaba mi quijotezca réplica a una estúpida discusión escuchada a las 9 de la madrugada de locutores de radio diz-que-rebeldes (¡¡¡Rebeldes las pelotas!!!) que enfrentaban a Tarantino/Scorsese.
Creo que ya todos vimos esta peli mil veces así que ... (...cuando van a la casa de la madre de Pesci a la madruga a buscar una pala y se entretienen comiendo ravioles... ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja)

Esta me gustó muchísimo; en tres tomas simples te cuentan cuántos ganadores/perdedores transitan el american way of life. "El Luchador" de Darren Aronofsky suma un FilmAffinity ********** 7,3.
Podría hablar un rato largo de Mickey Rourke, solo diré lo que dije hace unos días en una mesa de bar y casi me pasan a cuchillo; me parecía, y me sigue pareciendo, que Mickey Rourke es el que más se acercó a ser el sucesor de Marlon Brando; perdonen mi posible blasfemia, pero más lo pienso y más me sigue pareciendo, pelen el facón nomás, acá los espero en cuero y sin poncho en la zurda.
Podría hablar un rato largo de Mickey Rourke, solo diré lo que dije hace unos días en una mesa de bar y casi me pasan a cuchillo; me parecía, y me sigue pareciendo, que Mickey Rourke es el que más se acercó a ser el sucesor de Marlon Brando; perdonen mi posible blasfemia, pero más lo pienso y más me sigue pareciendo, pelen el facón nomás, acá los espero en cuero y sin poncho en la zurda.
En entre estas tres pelis veo un fino hilo conductor, más allá del juego que puede comunicar sus títulos.
ResponderEliminarPero eso no es imposible, ni dificil de vislumbrar, después de todo estamos hecho del mismo todo y de la misma nada, todo y nada, lo que los ojos ven y lo que no ven
"Los pitucos" de Mario Benedetti, de "Poemas de hoy-por-hoy" (1958-1961)
ResponderEliminarHijo mío
recuérdalo
son éstos los pitucos
tienen un aire
verdad
que es un desaire
tienen la marca
verdad
de su comarca
mira
son los pitucos
nacen junto a la rambla
respiran el salitre
le hacen guiños al sol
se rascan el ombligo
duermen siestas feroces
besan con labios blandos
y en la rambla se mueren
y van al paraíso
y claro
el paraíso
es también una rambla
fíjate bien
son ellos
los pitucos
casi una raza aparte
son nietos de estancierros
primos de senadores
sobrinos de sobrinos
de heroicos industriales
son ágiles
imberbes
deportistas
cornudos
mira cómo te miran
bajo sus lentes negros
pero no te preocupes
en el fondo
son buenos
aman los dividendos
escuchan a Stravinsky
se bañan diariamente
con jabón perfumado
y a la hora del crepúsculo
bajan todos al Centro
hijo mío
prométeme
nunca intentes hacerles
zancadillas
los pitucos son tenues
los pitucos son blandos
una bocina
un grito
a veces una huelga
les arruinan el alma
en ocasiones
raras ocasiones
se hacen los malos
dicen palabrotas
pero después se mueren
de vergüenza
y allá en su diario íntimo
se azotan con metáforas
hijo mío
recuérdalo
son éstos los pitufos
tienen un pelo
verdad
que es terciopelo
una cadencia
verdad
que es decadencia
tú
déjalos pasar
son de otra raza
admíralos
toléralos
apláudelos
escúpelos
tírales caramelos
cualquier cosa
después
cuando seas grande
grande
y tengas un hijo
lo tomas de la mano
lo traes aquí a la rambla
y sin darle importancia
le dices
hijo mío
son ésos los pitucos.
Cuando vea en un tiempito que nadie lo leyó lo voy a poner ahí, con alguna foto de Mario Benedetti tal vez disfrazado de marinero alemán según una peli.
ResponderEliminarMientras muchos esconden sus libros (los de Mario Benedetti) detrás de otros muy vanguardia-experimentales-adultos-anarcos-marginales, y a lo mejor desempolvándolos después de la grandeza inevitable que otorga la muerte; yo los mantengo en un estante de honor, uno al lado del otro desde mi "Inventario" de Editorial Nueva Era modelo 84 baqueteadísimo (que me hubo costado un huevo y la mitad del otro con plata de mi viejo para gastar en proteínas) entre los Carpentiers y los Riveras, otro saludo hermano colega-oficinista, .."¿qué saben los pitucos, lamidos y shushetas?"...