viernes, 29 de enero de 2010

"El pulgar del panda" de Stephen Jay Gould

Gracias a los libros de Stephen Jay Gould aprendí a como defender lo que mencionaba en la entrada anterior, eso de que "el todo no es la mera suma de las partes" o algo así. En este "El pulgar del panda" los ensayos están muy centrados en la teoría de la evolución.
Parece mentira pero la labor de biólogos como Stephen Jay Gould o Richard Lewontin en la divulgación aunque puede aparecer como básica es fundamental para detener lo avances de lo que se denomina como "creacionismo" y que en el país más poderoso del mundo y de la historia gana terreno de una manera increible. Hay un documental sobre la discusión Evolución/Creacionismo que andan pasando por canal "Encuentro", que te deja sorprendido ante la pantalla el ver y escuchar a gente mayor de edad y con acceso a la educución superior (¿superior?) atacando a la teoría de la evolución con la biblia en la mano. La otra disputa importante es la que tienen (Gould - Lewontin) contra los defensores del llamado "determinismo biológico", corriente sociobiólogica esta que entre otras perplejidades intentan dar base biológica y cientifica (desde las ciencias duras y la genética) al racismo y a programas políticos que te harían poner los pelos de punta.

Si no le conocés la caripela a Stephen Jay Gould ahí lo tenés con Lisa Simpson en un capítulo en que se encuentra el esqueleto de un "hombre alado" o "ángel"; me acuerdo de haberlo visto también en uno en que Gould sube a un transbordador espacial con las personas más destacadas de la humanidad (entre las que se encuentra Homero) ante la inminenete destrucción del planeta, o algo así.
Dejo acá un parrafito de todas las 365 páginas del libro:
..."La capacidad intelectual humana no se ha alterado en miles de años, en la medida en que podemos apreciarla. Si unas personas inteligentes invertían gran cantidad de energía en cuestiones que hoy nos parecen estúpidas, entonces el fallo radica en nuestra comprension de su mundo, no en la distorsión de sus de sus percepciones ... un famoso lema ..."Plus ça change, plus c'est la même chose" ("Cuando más cambian las cosas, más siguen siendo las mismas"). La estructura física del cerebro debe indicar la inteligencia de algún modo, pero no es probable que el tamaño y la forma externa revelen ningún dato de valor. De algún modo, me interesan menos el peso y las circunvalaciones del cerebro de Einstein que la casi total seguridad de que personas de su mismo talento han vivido y muerto en los campos de algodón y explotados en las fábricas".
Este párrafo es del ensayo que se titula "Sombreros anchos y mentes estrechas"; y en este mismo momento mientras lo transcribía me acordé de una escena de la película "Hombre mirando al Sudeste" de Eliseo Subiela ¿alguien se acuerda?

Mientras leo, en general tirado en un sillón o en la cama (me gusta leer acostado) la pequeña Maia suele bombardearme con sus cuestiones y a veces con sus dibujos que suelo guardar en una carpeta que tengo en un mueble a mano; pero si los dibujos están en hojas pequeñas los guardo dentro del libro que estoy leyendo o los uso como "señaladores", estos dos son los que quedarán dentro de "El pulgar de el panda".

Este de acá arriba es Arnaldo Tamayo Méndez, cosmonauta cubano, completando un dato de entrada anterior y preludiando al ya amigo cubano concurrente colaborador de estas páginas "Cuadro de Tamayo"

"Café Miró" (2003) de Reinerio Tamayo

martes, 26 de enero de 2010

Payada de Canciones: ¿Dónde va el amor cuándo se acaba? ¿Se acaba? ¿Y mientras se queda? Y algo más

Hace apenas unos minutos estaba viendo por "Canal A" a David Lebon en ese programa en que hay cuatro sillas y un pelotudísimo periodista haciendo preguntas pelotudísimas e interrumpiendo con pelotudísimas intervenciones anécdotas sensacionales. Igualmente cuando hay un tipo como David Lebon siempre se puede disfrutar de lo que se está queriendo contar. Y bué, me dí prisa porque ya eran las 4 y 10 y me encontré con una mención que hace el B.B. y pongo acá dos canciones para descubrir como dialogan; y algún etcétera ...

"Tu llegada" de Aznar-Lebon
por David Lebon



"La mort de Socrate" (1787)
por Jacques-Louis David
Metropolitan Museum of Art, New York
(¿Qué hace "La muerte de Sócrates" por Jacques-Louis David en esta entrada? Seguro solo yo lo sé, viene de haberlo mencionado por allá bajo en un comentario; y se puede hilar fino y meterle una "pared" a lo Bochini-Bertoni con temas que andan siempre por ahí)

"Flor de Lino" de Stamponi-H. Expósito
por Caracol y Esteban Morgado



Se viene el "Tamayo"

"El astronauta" (2007)
de Reinerio Tamayo

(casualidad final, gugleopelotudeando me enteré que el primer cosmonauta latinoamericano fue cubano y se llama Arnaldo Tamayo, para más datos se puede consultar la dudosa e inmunda Wikipedia)

lunes, 25 de enero de 2010

Un partidazo y un buen resultado para ambos equipos: SERÚ 2 - TAMAYO 1

El comentario del B.B. y mis ganas de que lo vean y sepan los perezosos que pasan y se van muy rápido, originaron esta entrada.

"Nos veremos otra vez"
por Serú Girán '92



Estando realmente consciente de que el todo no es la mera suma de las partes, eso quiere decir que lo que nosotros llamamos partes de un todo aún cuando independientemente puedan desarrollarse como otro todo diferente cuando se constituyen en parte de un todo lo que está sucediendo es que hay un diálogo tal entre esas "partes" que es en realidad lo que hace que el resultado de esa dialéctica sea percibido de una manera especial por nuestros sentidos.
Eso como aclaración, ¿oscurecí?
Algunas cosas que quería decir en general y en particular, lo que sea.
1) Como es muy muy muy obvio, y si es posible y si "dios quiere", mi beatle favorito es John Lennon.
2) Mi serú favorito es Charly García.
3) Sé que ni los Beatles ni Serú hubiesen sido posibles sin los exactos artistas individuales que los formaron, creando un nuevo artista colectivo.
4) Si hay algo que sé (aparte de saber que no sé nada, Sócrates mediante en un cuadro tomando la cicuta, y las obras leías por un innombrable y simpático ex-presi) es que la mentira funciona muy bien; aún así, seguiré siendo disfunconal todo lo que me sea posible:

Amigo B.B., no conocía esta canción de Serú Girán ('92 dicen), debe ser una negación basada en una anécdota que pasó de ser historia insignificante a cuento muy festejado en alguna madrugada post-asado, que incluso me animé a lanzar al éter y ya viaja por todo el universo en el espectro en forma de luz, y es que no pude asistir a los recitales de la vuelta de Serú, y etc. etc. etc.
Tampoco ví esa peli "Descubriendo a Forrester" de Gus Van Sant, un director muy interesante, a la que los aficionados de FilmAffinity le promediaron ********** 6,6 (pero la veré lo antes que pueda).
Porque me "peleé" con Dolina no son asuntos para ventilar en público pero tiene que ver con ese simpático innombrable que no nombré antes.
Ese cuadro se llama "Los fusilamientos del 3 de Mayo" (1814) de Francisco de Goya, y hay mucho para leer y para hablar sobre esa pintura.

"Parado en el medio de la vida"
por Serú Girán



¿Para qué sirven las canciones?
De a poquito se van dando varias respuestas, escuchate esta que leí en un comentario en youtube a una canción cantada creo que por Baglietto: "La máquina del tiempo existe: es la música"; estupenda definición para la música y para una canción, y coincide plenamente con tu opinión por allá abajo, y que también es mía, y es una de las mejores posibles entre todas las demás.
Y ya que estamos, hace muchos días hablaba con mi amigo Sandor sobre cuando "el amor se acaba", a lo que Sandor rebatía opinando que "el amor no se acaba, se transforma", a lo que yo re-rebatía batiéndolo en ese round diciéndole "que si se tranformaba ya era otra cosa entonces el amor ya no era y se había acabado". Pero fue un triunfo rápido e inconsistente que se "transformó" en una derrota dulce unas horas después cuando en casa escuchaba el tango (en realidad un vals, o mejor dicho un "valsecito" de Stamponi y H. Expósito) "Flor de lino", en donde supe que el amor se había transformado primero en una "flor de lino" y luego en una canción. Lo antes que pude le devolví los puntos a Sandor y le dije que había cambiado de opinión.
Y parece que eso será todo por hoy, bué, ahí cae el gol de Tamayo

"Adiós a las armas" (2001)
de Reinerio Tamayo

Una sonrisa nunca viene mal

(Como la entrada anterior podía estar un poco depre, la iba equilibrar con esta imagen, me olvidé, ahora la "emparejo")
"Nike Girl" (2006) de Reinerio Tamayo.

Como se darán cuenta, y mientras el tal Tamayo no me mande en cana, seguiré colgando acá sus obras, que han logrado divertirme bastante, divertirme con buen gusto y buen humor, incluso con buen humor negro a veces.

jueves, 21 de enero de 2010

"Viernes 3 A.M." de Serú Girán, para William Wilson que un día pasará por acá a visitarme

"Viernes 3 a.m."
de Charly García
por Serú Girán



No sé porque, o sí sé, pero en un solo día pensé más de una vez en esta canción, no fue por un sentimiento personal sino por una empatía que sentí por algún próximo prójimo (como dice Benedetti), y le decía a un amigo que esta canción tiene el final más triste posible según mi opinión, y algún etc.
Elegí esta versión porque es la primera que escuché en mi vida, y aunque casi todas las que escuché son muy buenas, creo que el efecto "tic-tac" del reloj le da un toque dramático extra (ja, como si le hiciera falta), y está ese efecto "Aznar" que ya no volvió a repetirse en otras versiones; y anda Charly hablando de como los demás no podían más, mucho antes de no poder más él (uno de los instantes en que pensé en esta canción y en Charly García fue en la conferencia de prensa de Joaquín Sabina, no porque anduviera yo haciedo asociaciones libres sino porque Sabina decía cosas como "No soporto que Charly esté más gordo que yo", y yo desde que lo vi resucitar en su nueva empastillada versión pienso "no soporto ver a Charly así", tal vez era mejor su versión reventada al borde de todo; sí, aunque parezca una mezquindad absurda que a nadie le importará porque yo estoy acá en mi escritorio de oficinista escondido detrás de un cuello alto de camisa y una corbata y soy una mota de polvo en el universo de los charlys garcías).
Los amigos (y enemigos) que asisten a este espacio ya saben que una de mis inquietudes es querer saber "¿Para que sirven las canciones?", y un comentario a este video de youtube da una de las respuestas posibles, dice el nick "AntonioDR88": "yo me suicido cada vez que escucho este tema". Bué, entre otras cosas, las canciones sirven para evitar el suicidio, suicidándose con el protagonista de la canción uno evita ese paso en general absurdo, y resucita de a poco, y si pusiste un disco de Serú es porque algo tenés en tu vida, en tu cabeza, en tu alma y en tu corazón para saber que seguir adelante es la opción más inteligente de un ser vivo que cambia el mundo cada segundo que respira. Quiero decir, es como caminar de la mano junto a Alfonsina "por la blanda arena que lame el mar" cada vez que uno escucha "Alfonsina y el mar".

Y si pasás William Wilson, te la dedico a vos que sos un incondicional de Charly García.

..."El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa"...

(En estos versos empiezo a pensar seriamente en mi propia vida)

"Érase una vez en América" de Sergio Leone (edit.)

Qué bueno poder sentarse un Viernes a la noche y disfrutar de 229 minutos de cine (no se alarmen la versión original de Leone tiene 322).
Y en este ciclo de verano, viniendo de adelante para atrás, llegamos a la segunda escala de la serie mafia y mucho más que algo más con "Érase una vez en América" de Sergio Leone, a la que los avispádisimos críticos amateurs de FilmAffinity lograron (y por una vez supieron) promediarle ********** 8,4.
Las actuaciones son increibles. El ojo de Sergio Leone es sabio por donde uno quiera mirarlo, imagino esas imágenes (ja) reflejadas en una pupila creativa y creadora y pienso que será una forma muy emocionante de despedirse de la vida. La música de Ennio Morricone es sencillamente fantástica, jugando con nuestros recuerdos en general y con nuestros recuerdos de otras películas en particular. Eso y todo lo demás ...
En Buenos Aires la dieron en dos partes, los estrenos de ambas partes (de una película hecha de una vez y para siempre) separados por varios meses; algo como lo que había pasado con "Novecento" de Bernardo Bertolucci (316 minutos). Y ya que estamos, este parrafito no es casualidad: ambos directores italianos, Robert De Niro, Ennio Morricone, Gérard Depardieu; y quien sabe qué más.
Hay que verla antes de morir, y si la viste otras veces mejor, envejece bien para mi gusto y nos puede hacer la ilusión que nosotros también lo hacemos.
Escenas como las de Patsy eligiendo comerse el pastelito en la escalera a la puerta de la casa de Peggy; o Deborah en los gestos de Jennifer Connelly o de Elizabeth McGovern diciendo "Andate, te llama tu mamá", o el bebé machito de Danny Aiello haciendo del Jefe Aiello; hace 25 años que me dan un descanso en medio de la vida triste de Noodles con su extraña forma de amar a Deborah, y su amarga amistad con Max.

Una bella imagen de Brooklyn, los 5 amigos, Dominic practicando unos pasos de baile antes de reproducir La Piedad en brazos de Noodles y decirle: "Me resbalé"

Esa es Deborah-Connelly en una imagen que bien podría estar colgada en la pared de cualquiera de los mejores museos de arte del mundo.

Max-Woods, un personaje que sabe hacia dond quiere ir, un actor que siempre está excelentemente justo y en el que siempre podemos ver (bué, puedo, o quiero, ver yo) al personaje olvidándonos de que hay un actor interpretándolo (¡Cómo me gusta James Woods!)

Deborah-McGovern, la estrella alrededor de la que giran los amigos, no sabe uno si amarla u odiarla, tampoco lo saben los demás personajes muchas veces, ¿qué opinás vos?.

Noodles-De Niro, la diferencia con Woods es que uno (yo) a De Niro siempre lo ve en primer plano, a veces puede ser un problema, no lo es en esta película, uno (yo) puede creer que la vida triste, violenta, y espècialmente la amarga que no nos muestran pero sabemos que estuvo ahí pudo haber sido vivida y sufrida tanto por el personaje "David Noodles Aaronson" o "Robert De Niro"; a quien vemos acá en "su" fumadero "Viernes 3 a.m."

martes, 19 de enero de 2010

El Descubrimiento de Haití por el Mundo Occidental

Solo dos o tres apuntes.

Parece que después de más de 200 años de existencia como país independiente el mundo occidental ha descubierto a Haití.

Haití es ese país que comparte la isla La Española (así la bautizó Colón, no sé como la habrán llamado sus habitantes originarios), decía que comparte la isla con la República Dominicana; lo digo con la menor ironía posible después de estar bombardeado durante días con información que cualquiera que haya hecho la escuela primaria sabe; aún cuando muchos avispados periodistas ni idea de dónde-cómo-cuándo (nunca nombran los “quienes” que hicieron y hacen, y parece seguirán haciendo, que Haití sea el país más pobre de América y del hemisferio occidental, aunque por ejemplo TN lo nombre como “el país más pobre de Latinoamérica” como si la palabra “pobre” no pudiese codearse con la palabra América), ahora somos todos especialistas.

Llega la ayuda de muchas partes por suerte, o por sacudirse el problema rápidamente escudados en una suerte de caridad ¿cristiana?. Llega del mundo la ayuda humanitaria, la comida, los medicamentos, los médicos, los brazos voluntarios, los brazos involuntarios, los brazos pagados, los brazos armados; llegan del mundo a querer reparar la realidad atroz (que ya era atroz antes y desde hace mucho tiempo, en una especie de terremoto eterno), y llegan por ejemplo de la Gran Democracia del Norte de América (y claro que no me estoy refiriendo a Canadá) , llegan de allá enviados por los dueños del mundo un número de marines que no quiero repetir por vergüenza, porque no puedo o no quiero creérmelo, pero sabiendo que incluso una cantidad muy inferior de esa que va en "ayuda" de “hombres armados” se llama en cualquier lugar del planeta: Invasión. Los franceses, correctísimos, se acuerdan ahora, cuando sino, de pedir la condonación de la deuda siempre impagable y ya no arrojan a patadas fuera de sus fronteras a los haitianos que llegan con una mano atrás y otra adelante, si manos tienen (¿cuánto tiempo durará esta tregua de expulsados?). Porque sabrán que Haití tiene expulsados a todo lo ancho y largo, por ejemplo habrá 1000 "balseros" haitianos por cada cubano, aunque aquellos no son recibidos por la tele de Miami y alojados y arropados y perfumados, son recibidos por la marina a tiros y deportados primero a Guantánamo (ahí en el mapa pueden ver lo cerquita que está la base u.s.a. de Haití) y luego expulsados como perros rabiosos y sarnosos y malditos pobres y comunistas de mierda aunque no sepan ni que son ni a donde van, de vuelta a la realidad haitiana que los brothers for ever in arms ayudan a construir todos los minutos de la vida haitiana.

Bué, eso; cansado, con los huevos al plato de escuchar pelotudeces por tele y por radio y en la oficina y en la calle y en la cola del supermercado, gente diciendo tonterías que dentro de 3 segundos cuando la inmunda CNN se olvide o no pueda mostrar lo que en realidad pasa en Haití, pasarán otra vez a ver como “estalla el verano” en toda la costa atlántica y la-que-sea menos la de la “isla la española sector occidental”.


Más despeinado que nunca, pero (parece que hay expresiones como “sin embargo”, “no obstante”, incluso el mínimo “mas” sin acento, para reemplazar al “pero”, but a mi me gusta el “pero”), pero, decía, ya tranquilo, les quería decir como les digo, a quien le interese, que la historia de Haití es interesantísma y de una singularidad novelezca, no la voy a contar aquí ni pizca, pero si andan por ahí coincidirán luego luego conmigo y sabrán de que les hablo.



"El Reino de este Mundo" de Alejo Carpentier, en mi edición de Editorial Pueblo y Educación, Ave. 3ra. A Nº 4605, entre 46 y 60, Playa, Ciudad de La Habana.

Haití y yo.

¿De qué me diferencio de los pelotudos que hablan al pedo u “oportunamente” en los medios? ¿Qué legitimidad tengo para despegarme? Ninguna; estoy ahora tomándome un vaso de cerveza artesanal (¿será?) “Patagonia”, escribiendo esto con aire acondicionado, escuchando Serú Girán, y dentro de unos minutos seré interrumpido con un llamado para cenar. Soy uno de "esos" ejerciendo en este mismo instante la estupidez de una “indignación a medida para la ocasión”, pero con un tantico de buena conciencia de saber que hace años que pienso en Haití.

La primera vez que supe de Haití, antes que en la escuela, fue por el Mundial de Fútbol 1974 (soy argentino y fulbolero). Luego fue ver esa bandera (ahora cambio de orientación vertical a horizontal y de color) pero igual fue la primera que ví con plantas, ¡y eran palmeras! (ahora sé que es una sola palmera, antes veía muchas), y los colores en las fotos de El Gráfico; después fue un médico haitiano de mi pueblo (hay un partido de ping-pong express histórico), el primer negro (¿será decir “negro” incorrectísimo?) que veía en mi vida face-to-face. Luego proyectos de naufragios y viajes juveniles (que podían incluir por ejemplo remontar el Mekong o arrodillarse ante el increíble Uluru), y el vudú (no el ministro), y los zombis, etc.etc.etc.

Pero bué, cuando lo posible se empezó a hacer probable, Haití entró en mi plan de navegación, y muy arriba en la lista de prioridades.

El deseo de conocer Haití fue una de las 16 ó 17 razones por las que decidí aprender francés (así vacuo, despeinado y disperso como pueden verme, tengo cierto orden interno, incluso “algo” que puede llamarse “interno”). El click definitivo fue haber leído el libro “El Reino de este Mundo” de Alejo Carpentier, ahí decidí subrayar “Haití” en mi lista tipo “Death List Five” de la Black Mamba en “Kill Bill”.

Pero (otra vez), llegar a Haití nunca fue tarea fácil, y nunca pude hacerlo, tuvo que caer de mi lista, ya no tengo 20 años y me pasó saber tener amigos instantáneos y querer hacer caso a sus palabras.

En el año 2000, había llegado al Hospedaje Santos de Managua junto con Stefano, un ingeniero y futbolista amateur italiano que vivía en un pueblito de Honduras, y que conocí en el TicaBus que nos traía desde San José.
Las noches del Santos dentro de las noches de Managua tienen algo especial, bué como todas las noches en que uno se encuentra a gusto y sin absolutamente ninguna preocupación.
Las luces del Santos se iban a las 11, pero ahí seguían las mesitas del patio techado con bandera FSLN rojinegra incluida y, claro, no faltaban las Toñas y Victorias. Llegando a la madrugada y a un incontable número de botellitas que invadían la mesa cual marines se han cansado de invadir cualquier lugar de Latinoamérica (incluidas islistas como Grenada y Barbuda), quedamos Stefano, Simon et moi. Simon era, es supongo todavía, un muchacho suizo que decidió que era más divertido viajar por lo que sea al sur del Río Grande, y a pesar de lo que sea, que quedarse esperando los puntuales y pulcros días de Berna. Y Simon es la única persona que conozco que estuvo en Haití (conocí al Dr. Casseu, ya les dije, pero jamás hablé más de tres palabras con él). La charla llegó a Haití nominado como “el peor lugar en el que estuve”, eso sonaba muy fuerte, especialmente porque Simon también ya había recorrido parte de África y Asia. Ante mi curiosidad, y mi perplejidad aún cuando sabía muy bien que la realidad haitiana era durísima, Simon nos describió la insoportablemente atroz vida que llevaban el 98% de los haitianos Y COMO NO HABÍA NADA AHÍ, A VECES NI SIQUIERA UNOS DÍAS QUE SE ATREVIERAN A PASAR. Aún aplicándole el “coeficiente relato de viaje”, o el “nivel de alcohol en sangre” o “charla espectacular en madrugada de amigos interplanetarios”, o “confusa lengua mestiza a lo que salga”, no había forma de verle brillo a algún momento de la vida en Port-au-Prince. Al final de su relato yo insistí, loco-aventurero, en mi deseo de visitar Haití, y Simon me miró muy fijo, una mirada amable pero fuerte y me dijo: “Anibal” (ja, hacía 5 horas que nos conocíamos y ya éramos amigos inseparables, hay personas que hace 5 años me conocen y me dicen: “che, porteño”, y ni siquiera porteño soy), decía, me dijo en su casi impecable castellano aprendido en Santa Cruz de la Sierra : “Nejimaki, en serio, NO VAYAS NUNCA A HAITÍ”.


Esta obra se llama "El Dolmen de Mondrian" (2004) por Reinerio Tamayo, parece que pintor cubano en Cuba. Me acabo de enterar quien es el artista gracias a una gugleada salvadora. La imagen la había guardado cuando buscaba el cuadro de Piet Mondrian que está por allá abajo. Veo su sitio, el de Tamayo, y es realmente interesante.
Esto está aquí para emparejar la tristeza-haití y ponerle algo de luz a la imaginación de ese mundo desprovisto de la tranquilidad para detenerse un segundo a pensar sobre la necesidad del arte.

jueves, 14 de enero de 2010

ENTRADA Nº 100 (va a pasar K1 y dirá "a esto le está faltando música)

"O último romântico"
de Lulú Santos
por Caetano Veloso
(que todo lo que toca lo trasnforma en oro, y si ya es oro se las arregla para hacerlo más bello)
el del cello es Jacques Morelenbaum
..."tomar o mundo feito coca-cola"...



..."se é loucura então,
melhor não ter razão"...

martes, 12 de enero de 2010

Fueron nombrados para comentar "Tres Cuadros (¿impactantes?)", todo se ramifica como una "Lantana"

Tenho cá pra mim que los críticos aficionados de FilmAffinity, tal vez algo distraídos, se quedan cortos promediando ********** 6,7 para esta "Lantana" de Ray Lawrence.
Me dio por echarle una mirada cuando descubrí que era la única peli que no conocía de las que figuran en la última década de mi "1001 Películas que hay que ver antes de morir". Australiana del 2001 (supongo que el año de producción tiene algo que ver para que no haya tenido un segundo para verla), figuraba ahí la Magdalena de Scorsese o hermana menor de la Hannah de Allen, no podía estar por debajo del promedio de las que me gustan.
Es una de esas en que los personajes se cruzan y forman una especie de constelación diría Cortázar, dios los cría y el viento los amontona diría mi tía; y parece ser que esa es la razón del título que refiere a una planta que se ramifica sin saber cual es su centro etc. etc. etc.


En forma de enredadera me fui agarrando de unos pintores para comentar unos cuadros, aquí abajo van uno de cada uno previa siguiente aclaración: como no sabía cual poner de cada cual (excepto de Mondrian que es el único que conozco, o conozco 2 ó 3 que son similares todos pero no iguales) muestro los que aparecen en mi
"The Art Book"


"Composition" (1929?) de Piet Mondrian,
¿MoMA? ¿Guggenheim? de Nueva York

"Number 1 A" (1948) de Jackson Pollock
MoMA de Nueva York

"Cossacks" (1910/11) de Wassily Kandinsky
Tate Gallery de Londres


También recordé alguna escena de esta peli

En Argentina no me acuerdo ccomo se llamó creo que "Van Gogh" a secas, en España "El loco del pelo rojo", es "Lust for life" de Vincente Minelli

Películas de ficción que conozco sobre la vida de Van Gogh:
-"Lust for life" (1956) de Vincente Minelli, FilmAffinity ********** 7,4. Kirk Douglas es Van Gogh.
-"Akira Kurosawa's Dreams" (1989) de Akira Kurosawa y Ishiro Honda, FilmAffinity ********** 7,6. Martin Scorsese (!) es Van Gogh. Son ocho "sueños" de Kurosawa, es decir 8 cortos.
-"Vincent & Theo" (1990) de Robert Altman, FilmAffinity ********** 6,2. Tim Roth es Van Gogh.
-"Van Gogh" (1991) de Maurice Pialat, FilmAffinity ********** 6,9. Jacques Dutronc es Van Gogh.

Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh
Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh
Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh - Van Gogh

jueves, 7 de enero de 2010

El primer libro del 2010, entusiasmado con Brando espié la vida de Buk según Chernovski

"Hank. La vida de Charles Bukowski"
por Neeli Chernovski.
Eso. Una biografía escrita por un poeta beat de San Francisco (todavía existen y por lo que vi ahí en unos blogs muchos siguen vivos y siendo beats). Buk visto desde afuera por alguien que lo conoció muy bien. El Buk visto "desde dentro" sigue siendo el mismo, sin complacencias ni justificaciones; pero para el que leyó su vida a través de sus poemas, relatos y novelas es una especie de síntesis amable y no tenés que vivir la perplejidad del "american world" al desnudo sin bandas, ni banderas, ni bananas (esta es por el "ba", ¿bandanas?), ni himnos, ni perfectitos rebeldes para la ocasión. Me quedo con el auténtico.
Ahí anda Hank caminando por una calle alemana. Abajo una auténtica edicón de Black Sparrow Press del último libro de poemas publicado por Bukowski, que conseguí hace unos 16 años de suerte en la librería del Fondo de Cultura Economica de la Avda. Santa Fe. Después de leer esa biografía este librito adquirió un valor extra en mi corazón. Y ya que estamos, un título excelente, como todos los de sus libros de poemas.

Tres muy buenas películas para empezar con todo en el "Ciclo de Cine Padre-Hijo"

Siempre que puedo ver esta peli no dejo pasar la oportunidad. Esta vez fue en un zapping televisivo (ahora hay que aclarar que es "televisivo", hace 10 segundos ni existía esta palabra, y hace desde las últimas décimas de segundo que ya se puede hacer zapping en una interminable lista de actividades humanas), en el canal "Volver" empezaba, así que obligué a Manu a sentarse en una improvisada sesión de cine "Padre-Hijo". ¿Por qué me gusta tanto? Que-sé-yo. Antes me gustaba por algunas cuestiones, ahora por aquellas y muchas más.
Claro, sabrán, esta peli (¿suena un poco "boludito" la palabra "peli" cierto?; igual seguiré, es la mejor opción según mis oídos), decía, el film (¡JA!) estuvo prohibísimo, la debo haber visto por primera vez en algún "Función privada" del año 83; y lo primero de la primera fue la sorpresa de conocer los personajes principales: Martín Santomé y Laura Avellaneda (o "Viceversa", ja, solo para entendidos), esos nombres que aparecían en los poemas que se redescubrían sin censura en aquellos días. Será después saber esas historias de estigma y óscares; luego los actores, muchos recién empezando y llegando a ser grandes en el tiempo, Alterio, Picchio, Brandoni, Oscar Martínez, Marilina (lindísima), aparecen un toque la Aleandro y Cipe, Gasalla, Carella, Vidarte, Arana, la China, ¡Lautaro Murúa! (que comía en la mesa de al lado en "La Cancha" de la Boca), Camero, Barbero (que jugaba al billar en la mesa de al lado nuestro, de mi hermano y mío, en el bar "La Paz" piso alto), el mismísisimo Renán haciéndose el Pollack y apareciendo, y los que me olvidaré en este momento o no. Con esos actores algo se podía hacer. (Suena "El Presagio" por Fander, mientras escribo esto). "La Tregua" según Sergio Renán, FilmAffinity ********** 7,6.
Hay que decir que ese año (1974) el Oscar Foreign Film se lo ganó "Amarcord" de F.F., no había con que darle.
¿Ya escribí mucho? Antes, por supuesto que mi escena favorita es la del oficinista diciéndole al gerente lo que todos los oficinistas queremos decirles y no le decimos porque somos oficinistas (lo que le grita Vidarte y lo que más tranqui le dice Alterio). Después ... todo es muy triste.
Final de honor: Mario Benedetti, un abrazo al polvo enamorado.

"Buenos Muchachos" de Martin Scorsese, como si importara FilmAffinity le promedia ********** 8,4.
Esta fue una de las primeras del ciclo allá hace como 8 años, en ese entonces había que justificar la razón por la que el ciclo había comenzado, que sintéticamente significaba mi quijotezca réplica a una estúpida discusión escuchada a las 9 de la madrugada de locutores de radio diz-que-rebeldes (¡¡¡Rebeldes las pelotas!!!) que enfrentaban a Tarantino/Scorsese.
Creo que ya todos vimos esta peli mil veces así que ... (...cuando van a la casa de la madre de Pesci a la madruga a buscar una pala y se entretienen comiendo ravioles... ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja)


Esta me gustó muchísimo; en tres tomas simples te cuentan cuántos ganadores/perdedores transitan el american way of life. "El Luchador" de Darren Aronofsky suma un FilmAffinity ********** 7,3.
Podría hablar un rato largo de Mickey Rourke, solo diré lo que dije hace unos días en una mesa de bar y casi me pasan a cuchillo; me parecía, y me sigue pareciendo, que Mickey Rourke es el que más se acercó a ser el sucesor de Marlon Brando; perdonen mi posible blasfemia, pero más lo pienso y más me sigue pareciendo, pelen el facón nomás, acá los espero en cuero y sin poncho en la zurda.