domingo, 20 de diciembre de 2009

8 años después

¿Dónde estabas el 20 de Diciembre del 2001 cuando despegaba el helicóptero desde el techo de la Rosada?

3 comentarios:

  1. 20 de diciembre de 2001. by k1.-

    Recién veo la entrada y me vienen fuertes recuerdos de ese día. Por esos motivos bancarios, que hicieron que las transferencias fueran imposibles, me vi obligado a viajar a la ciudad de Paraná (Entre Ríos) a buscar una suma dineraria en dólares que sería, quizás, el sustento para pasar la navidad. Minimizando la situación sin vislumbrar su real magnitud, quizás por los 20 años peinados por aquéllos días me aventuré sin más en la travesía en búsqueda de los preciados verdes.

    El viaje fue extenso por demás motivado en los sendos cortes de ruta que a lo largo de la misma detuvieron al colectivo. Una vez en la ciudad de Paraná, me encontré con una ciudad fantasma, sitiada por los saqueadores, los que por esos días eran las vedettes de la televisión.
    Pero ello no era todo. Al llegar fui alojado por la Sra. Mirtha Di Pascuale, una señora paqueta y de alta alcurnia entrerriana quien luego de entregarme el dinero, me advirtió de la peligrosidad de la situación y que era conveniente esperar en su casa, antes que salir a “conocer” la ciudad. Con veinte años de edad y sin una noción clara del peligro me dispuse a salir cuando en de repente suena el teléfono de la casa. Era la sobrina de Mirtha, periodista ella, que avisaba que no era conveniente salir a la calle ya que a apenas 5 cuadras de donde me encontraba, la montada había asesinado a dos personas.

    En virtud a tan contundente aviso decidí quedarme en la paqueta y antigua casa de Mirtha, quien luego de ofrecerme cuanta masa fina se le cruzó por enfrente decidió comenzar a mostrarme su colección fotográfica. Y parecía ser, esa muestra fotográfica de Mirtha, una premonición de lo que en pocas horas más adelante ocurriría. Y es que Mirtha comenzó a mostrarme, fotos de su padre en reuniones radicales cercanas a 1905 junto con nada más y nada menos que Marcelo Torcuato de Alvear. Y digo que fue una premonición ya que en ese momento estaba viendo fotos de uno de los primeros presidentes radicales. Pronto vería a uno de los últimos. (Continúa en la siguiente entrada...)

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  2. (...cont) Es así que fueron transcurriendo las horas, y por televisión se observaba el caos que se vivía en la Capital. Desde la provincia, sentado confortablemente en un sillón estilo Luis XV y tomando el té por enésima vez en el día miraba sin mucho asombro los desmanes que ocurrían en el centro del País.

    Luego, inesperadamente y con un discurso estilo Hollywood aparece “Chupete” dando el discurso grabado del “Está todo bien”. Pero la cosa no era así. Los saqueos se agudizaron, los muertos empezaron a contarse con más de una mano y el asombro empezó a aparecer. Se veían personas fuera de sí, totalmente descontroladas rompiendo todo lo que encontraban en su camino. No se podía distinguir al cacerolazo del Dualdhazo. Es decir, la noche anterior el verdadero pueblo porteño se había expresado y había manifestado su repudio a través de las cacerolas. Pero esto era otra cosa, evidentemente esto no era el simple reclamo popular. Habían otros intereses en el medio. Varios intereses entremezclados entre sí. No se distinguía absolutamente nada. Caos en la ciudad.

    Con un marco inesperado hasta por el más escéptico, con la barriga llena de de té y mazas finas y atornillado al sillón Luis XV, veo aparecer nuevamente en el televisor a “Chupete” en la entrada de la Casa Rosada, esta vez en vivo. Se pone de pié frente a los miles de micrófonos que lo esperaban ansiosos, desdobla una hoja de papel y con las manos y la voz temblorosa comienza a leer un discurso en el que trataba de explicar, sin encontrar la forma, las razones por las cuales decretaba el estado de sitio.

    Pero a esas alturas la cosa no daba para más y todo se hacía insostenible. Luego lo inevitable, la renuncia y de allí el tan famoso Helicóptero.

    Luego vendría un nombre muy poco conocido por aquellos los pagos de Urquiza en los que me encontraba, un misionero. Este misionero aparecía como el posible sucesor interino de aquél presidente volador. Y como el cambio era tan menester la creencia en él se hizo inevitable. Ante la pregunta al misionero circundante por Entre Ríos, la respuesta mesurada y sin agravios fue lo que se obtuvo. Já.

    El tiempo quiso que, muchos años después, me topara cara a cara con el famoso Helicóptero en la parte trasera de la Casa Rosada. Yo me dirigía a estudiar algo sobre impuestos y ella descendía como una princesa rioplatense de su carroza voladora. Era la sucesora de aquel que tantos desmanes había generado aquel 20 de diciembre. En ese momento la pregunta fue inevitable. ¿Volverá a pasar?. Solo el tiempo lo dirá.

    K 1.-

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  3. Amigo K1:
    Gracias por pasar a contar tu 20 de Diciembre. Dejás algunos puntos para la discusión, pero este no es el momento, la idea es escuchar un recuerdo construído 8 años después con la mano ya jugada.
    Yo estaba en la esquina de Talcahuano y Avda. Corrientes, a dos cuadras de ese lugar de la fotografía, con mis compañeros (y amigos) de "seminario", y hay que decir que ninguno éramos duhaldista; y etc.etc.etc.

    Si no te pregunto me tengo que cortar la lengua: ¿Pasó algo más que masitas y sillón Luis XV con la señora paqueta?

    ¡¡¡Un abrazo K1!!!

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