miércoles, 30 de diciembre de 2009

Marlon Brando sabe contarnos "Las canciones que mi madre me enseñó"

Siempre me simpatizó Marlon Brando, siempre me gustó creer que él estaba del lado correcto y no las publicaciones del inmundo periodismo del espetáculo, y del otro, que iban desde el endiosamiento al escarnio. La primera noción de mi admiración por Brando fue la tristeza que me dio verlo caerse entre los tomates en "El Padrino" (¿será que es mejor educación para un chico de 10 años ir al cine a ver pelis de la mafia que pelotudear con un control remoto o con un celular?). Luego, mucho después, una eternidad con milicos e iglesia católica de por medio, llegaron "Apocalypse Now" y "Último tango en París", y ya inscripto definitivamente en el bando de Brando vinieron las pelis de los 50s y 60s en el cine Cosmos o donde las pasaran.
Debería controlar con mucho detenimiento para estar seguro, pero creo que no hay más de 5 biografías (no ficcionadas) entre los libros que cuelgan en los estantes que cuelgan de las paredes del departamento en el que me refugio de los paparazzi; una de Bukowski, la aubiografía de Isadora Duncan, una en tres tomos gordos de Trotsky, más de 2 de Borges y esta. Quiero decir que evidentemente no soy un aficionado a leer biografías, y tomando conciencia en este momento de los "biografiados" que andan por ahí en mi casa, me doy cuenta que su punto de contacto podría ser el querer conocer un poco más sobre personas que me caen bien y aparecen como polémicas o con vidas controvertidas, bué, eso, creo que se entiende y sino a quién le importa.
Para empezar, el título de esta biografía es muy bueno, "Las canciones que mi madre me enseñó" por Marlon Brando; es un punto de vista encantador hacer girar la vida propia alrededor de las canciones que nos ha enseñado nuestra madre. (si tengo que recordar a mi vieja cantando, elijo "Merceditas"). El título es un episodio comentado casi al pasar, pero no deja de ser un signo.
Me gustó mucho este libro; desde mi lado del ecuador, Brando deja las cuentas saldadas, incluso hasta muy a favor. Lo que sea, es creerle a él o a la inmunda Wikipedia. Ya seguramente ni club de fans tendrá.

Un saludo Marlon Brando, donde sea que estés.

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