martes, 14 de julio de 2009

Año 1969: El recorrido de un pensamiento: Desde una esquina de B.A. a la costa colombiana, pasando por el Apollo XI, llegando al Olympia de París.

Estaba buscando una foto de Taganga, el pueblito donde dicen que nació Carlos "El Pibe" Valderrama, cuando me encontré con el dibujo que se ve ahí arriba. Es la esquina de Balcarce y Carlos Calvo del barrio de San Telmo de Buenos Aires. A una cuadra bajando por el "repecho" de la calle Carlos Calvo y en la esquina con Avda. Paseo Colón viví desde el año 1969 hasta 1973. La imagen que muestra el dibujo (supongo que sacado de una fotografía) replica como se veía en aquellos años: la casa mínima y derruida, la zapatería, el empedrado salvaje y dos pibes parados con una pelota de fútbol; uno de los pibes luce una evidente camiseta de Boca (¿de quién sino? ¿Gimnasia? ¿Tigre? ¿Platense? No creo). Juntando esos poquísimos datos pude imaginar que ese pibe era yo mismo en aquellos años en que pasaba casi todos los días por ahí camino a la escuela, al almacén, al mercado, o a la placita Dorrego.

Carlos Valderrama con su camiseta del Junior de Barranquilla
El dibujo se lo compré a uno de esos artistas que van de bar en bar vendiendo sus pequeñas obras, fue inevitable, tenía que recuperar esa imagen de mí mismo, no había manos más adecuadas para recibir ese pedacito del mundo en aquel momento perdido en el tiempo.
El hilo de insignificantes casualidades con que empieza esta insignificante historia comienza con la increíble, por improbable, casualidad retrospectiva de que compré ese dibujo en el año 2001 en el Bar Literario Osvaldo Bayer en medio de una discusión futbolística en que estaba defendiendo a Riquelme pasando por la inevitable remisión a Valderrama (¡qué oración más larga, pero creo que se entendió!).

El Apollo XI, en Julio de 1969, orbitando alrededor de la luna hace 40 años, al fondo la nave que nos lleva en viaje alrededor del universo, esa que vista desde este "ángulo" nos demuestra que todas las cosas que hay en este mundo somo en realidad una sola.

Volviendo al año 2009, mi cabeza siguió en aquellos días y en aquel rincón de Buenos Aires; y entre el cúmulo desordenado de mis recuerdos "vi" el bar que funcionaba debajo del edificio en qué vivía que se llamaba "Apolo 11" y enseguida me "vi" a mí mismo, en ese bar, extendiéndole a Bargas, el jugador de Chacarita y de la Selección, un álbun de figuritas (aquellas figus que parecían estampillas, que venían de a cuatro con troquel para separar, ¿alguien se acuerda? debió ser fines de 1972) para que me firmara un autógrafo y preguntándole caraduramente si jugaría en Boca el próximo campeonato (la tapa de "El Gráfico" por allá abajo muestra ese posible pase). Tirado en la cama tratando de recordar el nombre de pila de Bargas, él único que me salía era el de "Ángel"; pero no creía que podía ser el correcto, pensaba que me andaba confundiendo con el del fonéticamente homónimo cantor de tangos Angelito Vargas, no había forma de pensar en otro nombre y ustedes comprenderán que una persona adulta ocupadísima y responsable como yo no puede andar gastando las horas en boludeces de ese estilo. Así que me dirigí a poner algo de música, Paco Ibañez en vivo en el Olympia (debería haber puesto uno de Ángel D'Agostino-Ángel Vargas, una dupla sensacional con un repertorio muy especial, pero no tengo ningún disco de ellos, por ahora y por no más de unos días; tengo que celebrar el orden del mundo que otorgan las casualidades); y bué, entonces, era poner música y buscar algún partidito para ver en la tele, sin sonido, con canciones de fondo para no tentarme a romper el aparato ante los comentarios infumables de los periodistas deportivos. Ovbiamente, como siempre, el canal de encendido fue el Discovery Kids así que decidí empezar el zapping por el canal 14 (catastrófico TyC); el mundo se detuvo por uná décima de segundo que me parecieron los treinta y pico de años que nos separan del años 1969-1972.

Dos de las cuatro esquinas de Balcarce y Carlos Calvo, en la actualidad. La rosa, ahora un teatro, era el almacén del barrio donde compraba la Cindor, la Crush y el yogur Yolanka. La azul y amarilla (?), la misma que la del dibujo.

La imagen del vergonzoso TyC mostraba a Bargas entrevistado por los impresentables dizque-comunicadores de ese canal, abajo rezaba el subtítulo "ÁNGEL BARGAS...".

No sé si estas situaciones extraordinarias llevan un nombre especial, creo que lo merecen, y sé que a nadie deben importar, pero como el que escribe soy yo, y este blog lo administro yo, me voy a tomar el atrevimiento de llamarlo "momento mágico". Aún cuando no tenga ninguna importancia para el derrotero del mundo y de la humanidad, fueron unos segundos de encantamiento personal a los que me gusta darle el estatus de "lo que hace que el mundo gire".
¿No era para tanto? No sé, y seguro nadie sabe, pero este blog lo abrí para celebrar una casualidad de este tipo (aquella de "Las 4 y 10" y James Dean en "Al Este del Paraíso"), así que en mi pequeño mundo de historias insignificantes me parece muy pertinente molestar a los visitantes con estas tonterías.

Arriba: Un disco para escuchar si te gusta el tango (si no te gusta también). Al lado el músico y director de orquesta típica Ángel D'Agostino y el "Ruiseñor de las calles porteñas" Angelito Vargas.

Arriba: Dos tapas de "El Gráfico", Ángel Hugo Bargas con Eusebio, "La Pantera de Mozambique". En la otra tapa, Bargas en una disyuntiva que se resolvió yéndose al Nantes francés primero y cumpliendo una carrera de casi 20 años en diferentes equipos franceses luego. En el medio Chacarita Jrs. Campeón 1969.
(La tapa con "¿Bargas a River-Boca?" me trajo una casualidad de dimensiones astronómicas, pero si empiezo, no termino ya más nunca)

Este disco lo tuve primero en cassette TDK grabado, luego en cassette original, después en vinilo, ahora en CD. Paco Ibañez en el Olympia de París, canciones con letras de excelentes poetas. ¿En qué año fue el recital? En 1969, claro.

Ahí vemos al Pibe Valderrama, cual Apollo XI en aquella foto de ahí arriba, en órbita alrededor de su planeta preferido.

3 comentarios:

  1. Me hiciste acordar en esta entrada a la casa de mi infancia (no por la semejanza por tus lugares) si no simplemente por acordarme. Hasta los casi 11 años vivi en la casa de la calle Centenario 669, Ezeiza, Provincia de Buenos Aires, otro vida tendría de haberme quedado por esos pagos. No paso por ahi desde hace facil 15 años. Saludos y feliz dia.

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  2. Arigato! Tomodachi "Anónimo"
    Justamente de eso se trata esta entrada; que el que la lea ponga su pensamiento en algún rincón del planeta en el que estuvo cambiando el mundo.
    El "669" me lo guardo para cuando mi vieja me pregunte si tengo algún numerito para la quiniela.
    (669; 1969; alguna relación debe haber)

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  3. el comentario fui yo Pablo. me olvide de firmar

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