"Requiem por un sueño" de Darren Aronofsky (FilmAffinity ********** 7,9),
es una película que muestra un viaje de ida, parafraseando el slogan más efectista de las propagandas oficiales contra el abuso de drogas. Un viaje de ida hacia algún sueño, cada uno de los protagonistas tiene el suyo, y los cuatro andando un camino que los lleva en realidad a la "pesadilla americana". Cuatro vidas relacionadas caminado hacia el abismo a través de cuatro estaciones muy diferentes a las que parece haber imaginado Vivaldi. Por momentos podría uno pensar que está ante una peli de Spike Lee, incluso una de Woody Allen (ese Brooklyn y su Coney Island que conocemos de cientos de películas), pero no, es una más de esas pesadillas que Aranofsky (que se filmó una versión de "Robocop" próxima a estrenarse) nos presentaba en "Pi"; todos sabemos que esas vidas no van a cumplir sus sueños, solo nos resta presenciar de que manera se empeñarán en arruinarlos.Cuatro interpretaciones de premio (la de Ellen Burstyn en el papel de Sara Goldfarb es de una precisión y de una realidad llamativa), unas imágenes de vida de pequeños mundos de sencilla belleza, música tan justa que casi no se nota, una mirada objetiva del "viaje" químico. Una pelicula de terror urbano.
Esta imagen es el punto de quiebre, una escena bella, es donde sabemos que el sueño se va a transformar en pesadilla, y nunca podremos advertirles a Marion (Jennifer Connelly) y a Harry (Jared Leto) que sus vidas representan más que cine. Los sueños no siempre se conforman con morirse y recibir un requiem, a veces quieren devenir en pesadilla.Tyron (Marlon Wayans) es el cuarto protagonista, merecía ser mencionado, él y su sueño retrospectivo que habrá que descifrar viendo la peli.