domingo, 16 de octubre de 2011

"Rincón RAYUELA" (II). El 60 (Constitución - Tigre Hotel). Y un poquito más ...


41
"...
Traveler se sentó al borde de la cama. Pensaba en el arcoiris entre los dedos, esas cosas que se le ocurrían a Oliveira. Talita resbaló a su lado y empezó a llorar en silencio. "Son los nervios", pensó Traveler. "Lo ha pasado muy mal." Iría a buscarle un gran vaso de agua con jugo de limón, le daría una aspirina, le pantallaría la cara con una revista, la obligaría a dormir un rato. Pero antes había que sacar la enciclopedia autodidáctica, arreglar la cómoda y meter dentro el tablón. "Esta pieza está tan desordenada", pensó, besando a Talita. Apenas dejara de llorar le pediría que lo ayudara a acomodar el cuarto. Empezó a acariciarla, a decirle cosas.

-En fin, en fïn -dijo Oliveira. 
Se apartó de la ventana y se sentó al borde de la cama, aprovechando el espacio que le dejaba libre el ropero. Gekrepten había terminado de juntar la yerba con una cuchara. 
-Estaba llena de clavos -dijo Gekrepten-. Qué cosa tan rara. 
-Rarísima -dijo Oliveira. 
-Me parece que voy a bajar a buscar el sombrero de Talita. Vos sabés lo que son los chicos. 
-Sana idea -dijo Oliveira, alzando un clavo y dándole vueltas entre los dedos. 
Gekrepten bajó a la calle. Los chicos habían recogido el sombrero y discutían con la chica de los mandados y la señora de Gutusso. 
-Dénmelo a mí -dijo Gekrepten, con una sonrisa estirada-. Es de la señora de enfrente, conocida mía. 
-Conocida de todos, hijita -dijo la señora de Gutusso-. Vaya espectáculo a estas horas, y con los niños mirando. 
-No tenía nada de malo -dijo Gekrepten, sin mucha convicción . 
-Con las piernas al aire en ese tablón, mire qué ejemplo para las criaturas. Usted no se habrá dado cuenta, pero desde aquí se le veía propiamente todo, le juro. 
-Tenía muchísimos pelos -dijo el más chiquito. 
-Ahí tiene -dijo la señora de Gutusso-. Las criaturas dicen lo que ven, pobres inocentes. ¿Y qué tenía que hacer ésa a caballo en una madera, dígame un poco? A esta hora cuando las personas decentes duermen la siesta o se ocupan de sus quehaceres. ¿Usted se montaría en una madera, señora, si no es mucho preguntar? 
-Yo no -dijo Gekrepten-. Pero Talita trabaja en un circo, son todos artistas. 
-¿Hacen pruebas? -preguntó uno de los chicos-. ¿Adentro de cuál circo trabaja la cosa esa? 
-No era una prueba -dijo Gekrepten-. Lo que pasa es que querían darle un poco de yerba a mi marido, y entonces... 
La señora de Gutusso miraba a la chica de los mandados. La chica de los mandados se puso un dedo en la sien y lo hizo girar. Gekrepten agarró el sombrero con las dos manos y entró en el zaguán. Los chicos se pusieron en fila y empezaron a cantar, con música de "Caballería ligera" 

Lo corrieron de atrás, lo corrieron de atrás, 
le metieron un palo en el cúúúlo. 
¡Pobre señor!¡Pobre señor!
No se lo pudo sacar. (Bis)

(-148)
..."



En el "Rincón RAYUELA" anterior (el primero de este pequeñísimo mundo que orbita alrededor de mi pequeño mundo personal) transcribí un cachito del Capítulo 1 que forma parte "Del lado de allá", aquí arribita decidí transcribir la última parte del Capítulo 41 que forma parte "Del lado de acá" por varias razones; una podría ser (y es) que según mi mirada la lectura enfrentada de esos capítulos muestran muy bien dos mundos diferentes, dos vidas antípodas (y tal vez antídotas) llevadas adelante por personajes que parecen estar buscando algo que no están pudiendo encontrar, o que no saben encontrar; o que no quieren enconrtrar , o que ... (o que qué sé yo, ahora se me ocurren otras cosas, y al rato pienso en otras que se contraponen a lo que pensaba hace tres minutos; que es justamente lo que me provoca leer los Capítulos 1 y 41 consecutivamente cada vez que agarro Rayuela; es como ponerme al día, y después aventurarme, a los saltos, por cualquier otro capítulo). Otra razón podría ser (y es) que este 41 es el primero que escribió Cortázar, por lo que de alguna manera también es un "Capítulo 1" (aún cuando podría ser un capítulo 1 también en tu personal "tablero de dirección"), y deja sentada una especie de insignificante declaración de principios de este "Rincón RAYUELA" que me autojustifica estar sentado aquí y ahora haciendo esto en lugar de estar combatiendo con el cuerpo el hambre en el mundo. Otra razón podría ser (y es) (me voy a comer) (volví, corte de luz mediante, leo lo que escribí y pienso en borrar todo y seguir leyendo el libro "Desgracia" de Coetzee, y me pregunto si hay alguien que entienda aparte de mí lo que escribí y me contesto que qué carajo importa, así que sigo), y decía que otra razón podría ser, y es, desafiar la curiosidad de algún mortal que pase por aquí, aunque sea dándose prisa porque ya son las 4 y 10, y que se atreva a ver y coincidir conmigo en como Horacio Oliveira nos quiere contar en un abrir y cerrar de ojos cual es la diferencia de "estilo" en vivir y ser y morir en París y la de vivir y ser y morir en Buenos Aires (aunque las preguntas, y las respuestas, fundamentales sean las mismas). Y ortra podría ser, y es ... (Maga/Talita/Gekrepten, por ejemplo) bué, a esta hora ya lo sabrás muy bien porque sabés desde un principio que quiero decir, o corriste a leer los capítulos, y si no corriste es hora de hacerlo, y si nunca llegaste a leer a esto qué mierda importa lo que me gustaría compartir una mirada con vos sobre el libro Rayuela de Julio Cortázar ...

En la entrada de este blog del 30 de Abril de 2011 decía porque y para qué, y desde cuando, y esto y aquello, y de pronto esperando el bondi en una esquina me encontré que el 60 venía lleno de gente y se me ocurrió ir intentando descifrarlo de 3 en 3 y según mi estado de ánimo o de realidad.

Satélite: El 60



60
"Morelli había pensado una lista de acknowledgments que nunca llegó a incorporar en su obra publicada. Dejó varios nombres: Jelly Roll Morton, Robert Musil, Dasetz Teitaro Suzuki, Raymond Roussel, Kurt Schwitters, Vieira da Silva, Akutagawa, Anton Webern, Greta Garbo, José Lezama Lima, Buñuel, Louis Amstrong, Borges, Michaux, Dino Buzzati, Max Ernst, Pevsner, Gilgamesh (¿), Garcilaso, Arcimboldo, René Clair, Piero di Cosimo, Wallace Stevens, Izak Dinesen. Los nombres de Rimbaud, Picasso, Chaplin, Alban Berg y otros habían sido tachados con un trazo fino, como si fueran demasiado obvios para citarlos. Pero todos debían serlo al fin y al cabo, porque Morelli no se decidió a incluir la lista en ninguno de los volúmenes."
(-26)


Ahí lo vemos al Maestro Zen Daisetsu Teitaro Suzuki con gato entre sus ropas. Los gatos y el zen tienen mucho que ver con las circunstancias, las miradas y las presencias en lo que escribía Cortázar. En Rayuela especialmente los gatos andando por ahí, y el zen siempre presente, tan presente que uno de los títulos alternativos de la novela fue "Mandala"; y por qué no recordar un cachito del Capítulo 4" donde aparecen el zen, Traveler y Gekrepten entre otras cosas.

4
"...
Oliveira escuchaba sin ganas, lamentando un poco no poder interesarse; Montevideo era lo mismo que Buenos Aires y él necesitaba consolidar una ruptura precaria (¿qué estaría haciendo Traveler, ese gran vago, en qué líos majestuosos se habría metido desde su partida? Y la pobre boba de Gekrepten, y los cafés del centro)
La Maga oía hablar de inmanencia y trascendencia y abría unos ojos preciosos que le cortaban la metafísica a Gregorovius. Al final llegaba a convencerse de que había comprendido el Zen, y suspiraba fatigada. Solamente Oliveira se daba cuenta de que la Maga se asomaba a cada rato a esas grandes terrazas sin tiempo que todos ellos buscaban dialécticamente.

-No aprendas datos idiotas -le aconsejaba-. Por qué te vas a poner anteojos si no los necesitás.
La Maga desconfiaba un poco. Admiraba terriblemente a Oliveira y a Etienne, capaces de discutir tres horas sin parar. En torno a Etienne y Oliveira había como un círculo de tiza, ella quería entrar en el círculo, comprender por qué el principio de indeterminación era tan importante en la literatura, por qué Morelli, del que tanto hablaban, al que tanto admiraban, pretendía hacer de su libro una bola de cristal donde el micro y el macrocosmos se unieran en una visión aniquilante.
-Imposible explicarte -decía Etienne-. Esto es el Meccano número siete y vos apenas estás en el dos.
La Maga se quedaba triste, juntaba una hojita al borde de la vereda y hablaba con ella un rato, se la paseaba por la palma de la mano, la acostaba de espaldas o boca abajo, la peinaba, terminaba por quitarle la pulpa y dejar al descubierto las nervaduras, un delicado fantasma verde se iba dibujando contra su piel. Etienne se la arrebataba con un movimiento brusco y la ponía contra la luz. Por cosas así la admiraban, un poco avergonzados de haber sido tan brutos con ella, y la Maga aprovechaba para pedir otro medio litro y si era posible algunas papas fritas."
(-71)

"Verano", 1593, de Giuseppe Arcimboldo
(Musée du Louvre, París)
En la lectura "zapping" que estaba haciendo para este "Rincón RAYUELA" buscanco la rue Monge, encontré "El 60" que lleno hasta el orto y volando por la Avda. Las Heras me llevaba al Tigre Hotel a través de los 28 acknowledgments de la lista de Morelli. De esos 28 "Arcimboldo" me brilló de una forma especial, enseguida pensé en el personaje de la novela "2666" de Roberto Bolaño, con un fugacérrimo paso por el pintor al que el personaje le debe el nombre (creo); y como según mi gusto, de lo que ya llevo algo escrito, quiere creer que hay alguna relación entre los personajes de Bolaño y los de Cortázar, y el ambiente en el que respiran, hago aperecer aquí ese cuadro medieval, muy muy muy particular para esos años, que es el que me recomienda inventariar mi "The Art Book" de Phaidon.

La Baronesa Karen Blixen / Isak Dinesen, como te guste llamarla (¿Meryl Streep?) sentada a la mesa en Dinamarca o en Kenya, vaya uno a saber donde, escribió (antes o después de esa foto), por ejemplo, la novela "El Festín de Babette" (o "La Fiesta de Babette" si querés) en la que se basá la excelente peli "Babette´s Feast" de Gabriel Axel (los aficionados de FilmAffinity le promediaron, quedándose cortos para este tipo de cine como siempre, 7,5 **********).


"Izak Dinesen" se me iluminó en la lista de Morelli porque casualmente estaba incluyendo en una entrada de este blog en la que me propongo hablar tres o cuatro minutos de un pedacito de África (próximamente en las computadoras de su barrio)  la película "África Mía" (Out of Africa") de Sidney Pollack, y entonces ... bué, veremos si esa entrada aparece algún día por este barrio.

Bonus Track
(Y un poquito más ...)



28
"...
-Lo mejor va a ser dejarla para mañana -contemporizó Oliveira, enderezándose sobre un codo para encender un Gauloise-. Rentrez chez vous, monsieur, on vous emmerdera plus pour ce soir. 
-Des fainéants -dijo el viejo-. Des tueurs, tous. 
A la luz del fósforo se veía el gorro de astrakán, una bata grasienta, unos ojillos rabiosos. El gorro proyectaba sombras gigantescas en la caja de la escalera, la Maga estaba fascinada. Oliveira se levantó, apagó el fósforo de un soplido y entró en la pieza cerrando suavemente la puerta.
..."



El Capítulo 28 es uno de los principales de Rayuela, no porque lo diga yo claro, sino porque suceden hechos importantes para la historia que nos están contando y que nos estamos contando a nosotros mismos; no develo aquí esos hechos por una estúpida razón que podría explicarse de la siguiente manera (dos puntos): "no quiero adelantarles hechos fundamentales de la historia". Pero me resulta ingambeteablemente (¡ja! lindo advervio me inventé) cierto que si llegaron a leer hasta acá seguro ya hace mucho tiempo que habrán leído ese Capítulo 28 y que sabrán que en él entre otras cosas pasa que ...
Pero bué, la cuestión es que leyendo por ahí me encontré con una descripción del "viejo de arriba" que irremediablemente me remitió a la imagen de M. Raymond Dufayel (también conocido como "el hombre de cristal) quien vemos ahí en esa foto acompañado por la adorable Amelie Poulain, quien también irremediablemente y casi siempre me hace pensar en la Maga y en un "ambiente Rayuela" y como el tránsito de su "fabuloso destino" (solo para entendidos) siempre me hacen a cordar al París de Rayuela, aunque en muchos menos aspectos en los que me lo hace acordar "Último Tango en París".
Y dándome prisa porque ya son las 4 y 10, les digo que también está en la "imprenta" una entrada de este blog (desde hace mil años) que incluyen aspectos por los que fatigan sus días Amelie y Raymond.

Y: ¡Hasta la vista baby!